Libros de texto

Esta semana se han celebrado unas jornada sobre los manuales de enseñanza en la UJI, llamada “Els llibres de text, a examen”. Se han organizado una serie de charlas en torno a diferentes aspectos de los libros de texto.

En concreto he acudido a dos de estas charlas: a la de Jaume Martínez Bonafé (Universitat de Valància), Llibres de text, un obsolet dispositiu de control?, y a la de Paül Limorti (Universitat d’Alacant), Els llibres de text de Valencià.

La primera era la que nos había aconsejado el profesor de Nuevas Tecnologías, Jordi Adell. Propuesta además para redactar una nueva entrada para nuestros blogs. A pesar de que el tema de la charla, como nos advirtió el conferenciante, ha sido ya tratado muchas veces y por ello es difícil aportar nuevas ideas, para mi, algunas de ellas eran un tanto desconocidas, aunque ya las había leído.

Siempre había entendido el libro de texto como un recurso para el profesor, que le permitía tener ya organizados los contenidos a tratar en clase, aunque ya he descubierto que en algunos casos no son los contenidos adecuados según el currículum, sino, los que las editoriales aconsejan. Sin embargo, no me paraba a pensar en que el libro de texto también reflejaba una manera de entender la educación y así obligaba al profesor que seguía el libro a utilizar una cierta metodología. Opino que el profesor es libre de seguir el libro a rajatabla, puede utilizarlo como base, proponiendo otras actividades que le permitan seguir otras metodologías. Pero la comodidad de utilizar solamente el libro, acaba atrapándolo, y así pasa a ser el libro de texto quien dirige la clase y no el profesor.

Entendí perfectamente la relación entre libro de texto y pedagogía escolástica, el curso pasado leí a Freire, y comprendí perfectamente la irrealidad de los libros de textos, al no ceñirse, muchas veces, al entorno natural del alumno, provocándole incomprensión, al no ser capaz de relacionar la realidad con lo que el libro intenta enseñarle (y el profesor, que es quien lo ha elegido).

Comparto con el conferenciante una duda ¿Cómo Freinet puede ser considerado hoy día un revolucionario? Y podríamos intercambiar a Freinet con muchos otros. Como, tras largos años de buscar la renovación pedagógica, seguimos utilizando libros que dominan a nuestro conocimiento, pues no nos permiten entender la educación sin ellos.

La segunda charla nos mostró algunas portadas de los libros de texto utilizados para enseñar Valenciano. La mayoría de ellos editados a partir de los años 80. Muchas de las diapositivas mostraban libros que yo había utilizado durante mis años escolares en la EGB. También nos introdujo algunos conceptos relacionados con la evaluación de los libros de texto para comprobar si se ajustan realmente al currículum y a la diversidad del aula.

Me gusto recordar “Vola Topi”, que es uno de aquellos libros que la mayoría de alumnos de mi colegio recordamos. Al descubrir que seguía la pedagogía de Freinet, me pregunte si verdaderamente nuestra profesora utilizó todas sus posibilidades al máximo, porque desgraciadamente era demasiado pequeña como para recordarlo. Incluso me hizo gracia, ver el libro Faristol, que hace cosa de medio año encontré en mi casa, este libro no es mío, perteneció a mi padre.

Tras las dos charlas y la lectura de los artículos propuestos, me planteo si de verdad algún día dejaran de existir los libros de texto. Lamentablemente concluyo que no, mientras existan maestros que se acomoden a su uso, y no se planteen que ellos se han formado para tomar las decisiones que dejan en manos de las editoriales y no simplemente para ser intermediarios entre el libro de texto y los alumnos. Tal vez cambie el formato y pasen a ser digitales, pero su función será la misma.

Un nuevo reto

Una nueva práctica, un nuevo reto: hacer un vídeo, un anuncio de 30 segundos dirigido a los profesores, para motivarles a utilizar las nuevas tecnologías.

Lo primero de todo fue saber con quien hacer el vídeo, el profesor pedía grupos de tres o cuatro personas, nuestro grupo suele ser de cinco. Tras consultarlo con el profesor decidimos dividir el grupo, finalmente formamos dos grupos, uno de tres personas y otro de dos.

Constituido el grupo de dos personas, nos dispusimos a pensar cual seria la idea central del vídeo. Mi compañera ya tenia un par de ideas, ya había estado buscando música en jamendo, una web donde puedes descargarte música gratis, y algunas canciones le habían inspirado. Entre sus ideas y las mías, llegamos a la idea final. Un anuncio donde se mostrara el día a día de un maestro, del uso que hace de las nuevas tecnologías, que, sin embargo, en la mayoría de los casos no utiliza en su profesión.

Pensamos cuales serían las escenas principales, si poner una voz en off..., en definitiva ¿cómo sería mejor transmitir nuestra idea? Entonces mi compañera tuvo la “idea”, mostrar la mano del profesor, en la cual escribiríamos la idea de cada imagen.

Este fin de semana pasado, gravamos el anuncio, nos lo pasamos en grande, podríamos hacer hasta un making off con todas las imágenes que gravamos, parecíamos casi profesionales, con focos y todo, porqué en algunas secuencias nos faltaba luz.

Una vez con todas las imágenes, empezamos a montar el vídeo, utilizamos el programa Camtasia Studio, que ya tenia mi compañera. Nos permitía recortar las secuencias y poner varias pistas de audio. Tenía que durar sólo 30 segundos, nos hizo falta recortar muchas secuencias, finalmente lo conseguimos. Entonces elegimos cual sería la canción para nuestro anuncio, propusimos varias canciones, elegimos una sin letra, sólo música. Introducimos los banners con un texto que queríamos resaltar, para transmitir mejor el mensaje, y decidimos gravar la voz en off, aunque en el vídeo final ésta no aparece, puesto que no se escuchaba bien, y preferimos no ponerla. Finalmente los créditos, aquí os muestro el resultado.

¿Qué hemos aprendido? A organizar el trabajo antes de realizarlo, a ajustarlo al tiempo requerido, a trabajar en grupo, a utilizar un programa de edición de imágenes y a pasarlo bien aprendiendo.